Por todos es sabido que las personas muestran preferencias a la hora de seleccionar el tipo de mascota con la que queremos pasar nuestra vida.
Existen razones de peso para sospechar que dicha preferencia refleja algunas diferencias de personalidad que son subyacentes.
¡Qué día más agotador! |
Yo, lo confieso, tengo preferencia por los gatos.
Y lo descubrí cuando Chispi entró en mi vida.
Él llegó como esas personas que, de pronto y sin saber muy bien porqué, aparecen un buen día en tu vida para quedarse para siempre.
A Chispi lo encontré, junto a su hermano, en una cajita cerca de un contenedor de basura. La cogí y allá que me fui a un veterinario para ver qué opciones había para ellos.
Después del reconocimiento médico, los dos estaban en perfecto estado, el veterinario, discretamente, me sugirió que me los quedara.
Hasta el momento ni me había planteado tener mascota. Había tenido los típicos contactos que se suceden cuando vas a casa de los abuelos, al pueblo, y tienen el patio lleno de lindos gatitos. Pero en casa de mis padres ni en broma se podía plantear el adoptar uno de ellos.
De pronto, me vino a la mente mi pequeño estudio con dos gatitos y me sentí desbordada. Así que le propuse quedarme con uno, a lo que la auxiliar rápidamente respondió que se quedaba con el otro. ¡Menudo alivio!.
¡Ráscame la barriga! |
¿Has visto qué bueno soy? |
La verdad es que es una alegría llegar a casa y que te esté esperando, ¿verdad?. Antes, maullaba como un descosido a mi llegada reclamando su cena. Y reconozco que fue culpa mía. Lo mal acostumbré a tenerle siempre el plato lleno de comida. Cada vez que maullaba pidiendo, le ponía. Pero mi Veterinario me descubrió los platos con temporizador, de modo que cuando me voy por la mañana se lo dejo programado para sus tres comidas, y cuando llego por la noche justo acaba de cenar, por lo que está ¡encantado de la vida!.
Ahora, vivimos en una casa, con la posibilidad de salir al jardín. Y se le ve tan contento, saltando por ahí, detrás de los pajaritos. Aunque algunas veces me trae "algún regalito" como lagartijas.
Reconozco que me gusta por su independencia, pero a la vez siempre viene a buscarme cuando necesita un poco de atención y cariño.
¿A que no me encuentras? |
Me reafirmo, soy más de gato que de perro. Pero también he de decir que nunca he tenido perro. Aunque ahora mis padres tienen una perrita, y están muy contentos con ella. Pero me quedo con mi Chispi.
¡Prohibido pasar! |
Estudios revelan que los perros gustan más que los gatos. Así, un 15% de los adultos encuestados dijo que no les gustaba mucho los gatos, mientras que el número de personas que afirmó que no le gustaba los perros, fue solo del 2%.
Así mismo, estos estudios indican que existen diferencias significativas en los rasgos de personalidad de aquellas personas que tienen perro de las que prefieren tener gatos.
En honor al Día Internacional del Gato, el 8 de agosto del año pasado, Facebook realizó un estudio en su plataforma para analizar los comportamiento sociales de los amantes de los animales y conocer sus rasgos de identidad.
Se examinaron los perfiles y las publicaciones de 160.000 personas en la famosa red social, elegidos por haber subido o compartido con anterioridad fotos de perros, gatos o ambos. En concreto, los datos utilizados para la determinación de los resultados proceden del sentimiento expresado en las actualizaciones de estado.
Se tomó en cuenta las amistades, el estado civil, las preferencias culturales y el carácter. Y estos fueron los resultados:
Vida social: los amantes de los perros poseen, en promedio, 26 amigos más y tienen más conexiones en línea que los gatunos. Sin embargo, los dueños de felinos reciben más invitaciones a eventos y son 2,2 veces más propensos a relacionarse con quienes comparten mascota, superando en este aspecto al 1,8 de los "perrunos".
Citas: De acuerdo al estado de sus relaciones visible en sus perfiles, la gente que ama a los gatos tiende a ser parte del equipo de los solteros. Alrededor del 30 por ciento de los "gatunos" están sin pareja, en tanto que para los "perrunos" el número es del 24 por ciento.
Cultura: los "gatunos" son más caseros y su preferencia por los libros y películas pasan por los clásicos y los de ciencia ficción, por otra parte los dog lovers prefieren los best-sellers y los filmes románticos. Entre los gustos compartidos se encuentran obras como "El gran Gatsby" y "Los juegos del hambre", largometrajes como "Frozen" y "En busca de la felicidad", además de series como "Seinfeld" o "The Big Bang Theory".
Lugar de vivienda: los "perrunos" tienden a concentrarse en las zonas rurales, destacándose los espacios amplios para que las mascotas puedan ejercitarse. Los dueños de gatos, en cambio, se encuentran con mayor frecuencia en ámbitos urbanos.
Estados de ánimo: En general, los "gatunos" presentan una variedad más amplia de sentimientos en el sitio, ya que son propensos a decir que sienten cansados, al igual que felices y amados. Por otro lado, los "perrunos" suelen revelar menos sobre su vida emocional.
La conclusión a la que llegó este estudio es que en cierto modo se replicó la consideración general con respecto de los animales en sus dueños, siendo los "perrunos" más sociables y emocionalmente estables, mientras que los "gatunos" demuestran un sentimentalismo más variable y optan más por la soledad.
Y tú, ¿eres más de perro o de gato?.